viernes, 13 de junio de 2008

NIÑO CHACÓN

LA CEBOLLA ES ESCARCHA
Dentro de palacio, Niño Chacón llora, su mamá deja de trabajar para que coma; fuera, hay gente que deja de trabajar para que sus niños coman.

Niño Chacón llora y la actividad laboral dentro de palacio se interrumpe; Niño Chacón tiene derecho a ser atendido, como cualquier niño. ¿Tienen los demás niños el derecho a ser atendidos igual que Niño Chacón?

Llora Niño Chacón en palacio y con su llanto tapa los bocinazos del hambre en el exterior.

Dentro de palacio se escuchará una dulce nana (ea, ea), fuera seguirán entremezclándose por millares las “Nanas de la Cebolla”. (“¡Ah!, pero ese es nuestro”- reivindicará su madre).

La Vicepresidenta vaticinó que el Niño Chacón y su madre estaban destinados a ser un ejemplo para los otros niños y sus respectivas madres; seguramente los otros y sus respectivas no podrán serlo.

La recientemente nombrada Ministra de la Igualdad, debería coger sus bártulos e instalarse en el Ministerio de la Guerra, para ayudar a cantarle nanas al Niño Chacón.
Al Niño Chacón se le ha atravesado el eructo: Nuevo paro del palacio y los palaciegos: ¡Con lo que cuesta la hora del personal de palacio... y el servicio... es servicio del servicio...y la luz... el agua... ... ... ...

El Niño Chacón, como los demás niños, tiene todos los derechos que le corresponden; pero en su caso se cumplirán hasta con exceso.

(¡¡Meeekk!!, ¡¡Meeekk!!, ¡¡Meeekk!!... claman los monstruos metálicos del mal, mientras el horizonte y algunas cabezas se tiñen de rojo).

NOTA: No tengo nada contra el Niño Chacón; tampoco contra los demás.

7 comentarios:

A. Sánchez dijo...

El poder conlleva ciertos privilegios. El caso es que, precisamente los que han luchado siempre por abolirlos, los utilicen tanto o más que los otros.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Tanto pensar en paridas, se les olvida de por qué se supone que están ahí y, lo que es peor: por quién están ahi.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Tanto pensar en paridas, se les olvida de por qué se supone que están ahí y, lo que es peor: por quién están ahi.

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Mi madre dice un refrán que es: "No es lo mismo predicar que dar trigo".

Quizás actúan siguiendo los dictados de las "Nanas de la cebolla", que en sus últimos versos dicen:

"No te derrumbes,
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre".

Un abrazo

A. Sánchez dijo...

Llegados a los versos de Miguel, me quedo con...

Para la libertad
sangro, lucho, pervivo...(cantada por Serrat, una delicia ¿no?)

O este

Si me muero que me muera
con la cabeza muy alta...

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Puede, Ángel, que los que ostentan el poder se arroguen ciertos privilegios, quizá demasiados, pero que eso sea para ponerse de ejemplo a los demás... a quienes no pueden acceder a ese tipo de prebendas, es vergonzoso.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Pues, no sé, Shikilla, creo que estos se enganchan a cualquier teta, hasta a la de la cebolla, sin, como bien dices, querer saber ni lo que pasa ni lo que ocurre.